La pandemia del coronavirus reveló su peor rostro. La indiferencia de las autoridades gubernamentales en los últimos cinco o seis años fueron liquidando su funcionamiento y la ola de robos terminó por menoscabar lo poco que quedaba de las universidades públicas en el estado Lara..
El Impulso ha documentado en reiteradas oportunidades el desvalijamiento de equipos de laboratorios y el hurto de materiales como el cableado eléctrico, puertas, ventanas, vigas, techos y computadoras de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) y la Universidad Nacional Experimental Politécnica (Unexpo).
La presidenta de la Asociacion de Profesores de la UCLA (Apucla), Deborah Velázquez de Valecillos, comentó al Elimpulso.com que el presupuesto asignado por la administración de Nicolás Maduro medianamente alcanza solo para pagar los salarios del personal docente, administrativo y obrero de la institución.
“La educación es un servicio esencial que el Estado está obligado a atender y debe generar el presupuesto necesario para que, quienes están asumiendo la responsabilidad de dirigir la universidad, tengan cómo resolver los problemas de la institución”, expresó.
La profesional en educación aseguró que en los últimos años nunca se recibió el presupuesto solicitado y esto provocó que se fueran acumulando los daños en las infraestructuras. “Esto es como en la casa, si yo no atiendo las cosas oportunamente cuando corresponde, se va incrementando el deterioro”, ejemplifica.
Velásquez lamentó ver el estado actual que presentan los distintos decanatos de la UCLA porque “es una de las instituciones educativas más importante de la región centroccidental”. Además, indicó que actualmente los diferentes servicios de la universidad, como son el transporte, comedor, limpieza, se mantienen inoperativos por la falta de presupuesto.
“El nivel de deterioro es tan alto que uno siente tristeza de ver la universidad, llena de monte y sometida bajo la inseguridad”, enfatizó.
La caída infraestructural y los bajos salarios percibidos en la UCLA, UPEL y Unexpo son tan severos que actualmente no existen condiciones óptimas para el buen desarrollo de las actividades educativas, que sumado a la crisis nacional, obliga a los docentes a renunciar y buscar otros oficios.
El decano de la Universidad Pedagógica (UPEL), doctor Nelson Silva Sánchez, detalló a esta casa editorial que hace aproximadamente siete u ocho años, este recinto universitario contaba con más de 500 profesores activos, y actualmente la tasa de maestros activos bajó a aproximadamente a 300, representando un déficit del 40%.
Recalcó que el salario de un profesor de la UPEL varía según su categoría, pero que el monto más bajo que percibe un educador es de tan solo Bs. 10.000.000, que según la tasa del Banco Central de Venezuela del día 29 de julio de 2021, equivale a 2,5 dólares.
Como contraparte, según la profesora Deborah Velásquez, en la UCLA el salario más alto de un docente no llega a los 15 dólares, aunque no precisó el monto exacto en bolívares.
En la Unexpo, el sueldo de un educador es de aproximadamente 4 dólares, según el dirigente estudiantil Juan Carlos Escalona, quien puntualizó que con la bonificaciones el gremio alcanzaría al menos los 8 dólares mensuales.
“¿Qué ha ocurrido en los últimos tiempos? algo que era impensable. Profesores con 5, 10 o 15 años en la universidad han renunciado. Eso era impensable en otros tiempos. Han renunciado porque los sueldos son muy bajos y buscan otras latitudes para poder sobrevivir, es lamentable”, expresó Silva Sánchez.
Aunado a esto, a la migración de docentes se suma la caída de la matrícula estudiantil. El doctor Silva expuso que en el mejor momento de la UPEL sellegó a contar con al menos 12.000 estudiantes inscritos para cursar las diferentes carreras, mientras que para este 2021 solo se mantienen activos 1.500 estudiantes.
Esto se debe al propio deterioro de la universidad, el cierre de servicios y la falta de docentes para cubrir las materias.
Si bien la Unexpo también presenta los mismos síntomas negativos descritos sobre la UCLA y la UPEL, hay algo que se debe destacar de esta institución: la autogestión estudiantil.
Varios movimientos estudiantiles han unificado fuerzas para reactivar las clases semipresenciales en esta institución, tomando en cuenta el reto que ello supone.
El representante del Movimiento Estudiantil Unexpo Somos Todos, afirma que para el presente año su alma máter cuenta con tan solo 700 estudiantes inscritos que serán educados por al menos 35 profesores. Sin embargo, la mayoría de docentes no cuenta con internet en sus hogares o viven en sectores foráneos que complican aún más su llegada a la institución.
Es por ello, que los estudiantes se organizaron para rehabilitar espacios abiertos de la Unexpo y así poder ver clases presenciales durante las semanas de flexibilización de la cuarentena, tomando las medidas de bioseguridad contra la COVID-19, y convirtiéndose en el único centro educativo del estado Lara que se mantiene funcional bajo esta metodología.
El Movimiento Estudiantil IngenieU, también se sumó a la iniciativa y Daniel Amaro, miembro de la organización, contó a Elimpulso.com que una de las tareas que han asumido en las últimas semanas es limpiar áreas de la Unexpo para acondicionarlas.
“Estamos en una situación muy crítica, no tenemos muchas cosas pero eso no nos ha quitado a nosotros la posibilidad de estudiar, ya que hemos creado nuestras oportunidades y nuestro entorno. Hemos recuperado varias zonas donde hacemos vida ya que si nadie nos va a ayudar entonces nosotros mismos vamos a cuidar nuestra universidad”, manifestó Amaro, quien además recalcó que el objetivo primordial es seguir impulsando esta iniciativa.
Durante las entrevistas realizadas por Elimpulso.com, los representantes de las tres universidades aseguraron que hasta la fecha no se ha establecido una campaña de vacunación contra la COVID-19 para docentes y estudiantes.
La preocupación crece ante la insistencia de Nicolás Maduro de retomar las clases presenciales en su totalidad, ya que al no haber un plan de inmunización se incrementa el riesgo de contagios en la comunidad universitaria.Como dato adicional, la profesora Deborah Velásquez contó que la UCLA ha sufrido la muerte de aproximadamente seis profesores debido a la COVID-19, así como también familiares de los docentes, situación que mantiene en alerta y obliga a la inmediata ejecución de una campaña de vacunación.
Barquisimeto / Luis Miguel Rodríguez / El Impulso
