Este lunes 23 de noviembre, la calle Simón Rodríguez de Puerto La Cruz estuvo colmada de comerciantes informales que, haciendo caso omiso del horario de trabajo establecido por la Alcaldía del municipio Sotillo, laboraron allí desde tempranas horas de la mañana.
Desde que se inició la cuarentena por la pandemia del COVID-19, los vendedores que se ubicaban en el mercado municipal porteño han tenido que mudarse de sitio ante las restricciones -por prevención- impuestas por las autoridades.
En principio, colocaban sus puestos en las calles Ricaurte y Esperanza, pero únicamente de miércoles a domingo, cuando tenían permitido trabajar.
Sin embargo, este lunes, a pesar de ser un día en el que no están autorizados para laborar, se pudo observar que los expendedores llenaron la calle Simón Rodríguez con sus productos acomodados en mesas, carretillas y hasta en el suelo.
El argumento más común para justificar este acto de desobediencia es que no pueden darse el lujo de quedarse en casa sin hacer nada, pues, la gran mayoría vive de lo que vende a diario y la realidad económica del país no les da tregua para descansar.
A pesar de que incumplen abiertamente el horario impuesto por la alcaldesa Herminia García Ron, en el lugar no se observa la presencia de efectivos de la Policía Municipal de Sotillo (Polisotillo) sino hasta después de la 1:00 pm, cuando, según contaron algunos comerciantes, comienzan a pedirles que recojan su mercancía y se marchen.
Puerto La Cruz / Javier A. Guaipo