Colas, colas y más colas de vehículos. Este es el común denominador en la mayoría de las estaciones de servicio del área metropolitana del estado Anzoátegui.
Pero a diferencia de semanas anteriores, ahora los conductores no tienen garantizado el combustible, así permanezcan en la fila “el tiempo que sea”.
Hay quienes han esperado hasta 48 horas en alguna bomba de la zona norte y se han ido a casa sin el derivado del petróleo porque “se acabó justo cuando me tocaba echar”.
Otros sí han corrido con la suerte de surtir sus vehículos, pero es innegable que en los últimos días han habido muchísimas fallas en la distribución del carburante.
Para profundizar un poco sobre esta situación, el equipo de El Tiempo consultó a 15 conductores que acudieron a diferentes bombas en los últimos siete días.
Un detalle que llamó la atención es que del total de encuestados, más del 50% afirmó que luego de hacer una cola de más de 18 horas para intentar comprar gasolina, no pudo hacerlo porque “no alcanzó para todos”.
“Yo hice la cola con tres amigos hace cuatro días y tardamos como 18 horas en la estación de servicio de Guanire (Puerto La Cruz). Yo fui el último carro en echar y sólo me vendieron 20 litros porque ya no había más, mi carro era el número 115 de la cola. Un militar y un civil marcaron los carros de la cola a las 6:30 am ´para garantizar echar. Sin embargo, más de 50 carros quedaron por fuera. De hecho, uno de mis amigos no pudo surtir ni 20 litros, como pasó conmigo”, relató el señor Luis Rojas.
Pero lo vivido por la comerciante Jéssica Álvarez fue más lamentable que la historia de Rodríguez, ya que soportó casi 24 horas en la bomba que está frente al supermercado Central Madeirense de Puerto La Cruz y no logró surtir.
“Al día siguiente me fui con mi esposo para la estación de servicio que está cerca del mercado y allí nos ocurrió lo mismo, es decir, pasamos dos días haciendo cola en diferentes bombas y no echamos en ninguna porque nunca llegó la gandola con combustible. Mi esposo tuvo que pagarle cinco dólares a un guardia de la bomba del ferry para que lo dejara echar gasolina rápido”, comentó.
A pesar de que el carpintero Héctor Rodríguez también acudió en días recientes a esta estación de servicio, donde sí pudo comprar gasolina la señora Álvarez, no tuvo la misma suerte que ella.
“Ya está empezando a colapsar esto de la gasolina. Yo estuve haciendo la cola aquí en la bomba del ferry desde el día anterior, y hasta dormí en el sitio, pero no llegó gasolina y por eso no nos vendieron a ninguno de los que madrugamos. Por lo general, en esta bomba los guardias marcan 100 vehículos que son lo que, supuestamente, podrán echar, pero nadie garantiza eso”, manifestó.
Este oscuro panorama fue pronosticado a principios de julio por el director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Eudis Girot.
En esa oportunidad, el dirigente declaró para El Tiempo que la gasolina traída de Irán ya se estaba agotando y esto provocaría una fuerte escasez del combustible, como la vivida en marzo de este año.
Además, advirtió que no estaba prevista la entrada de nuevos buques con gasolina en los próximos días.
Con suerte
El comerciante Mario Morales, quien reside en Oropeza Castillo, municipio Sotillo, relató que él si ha logrado llenar el tanque de su carro las últimas veces que le ha tocado hacer cola en alguna estación de servicio.
Sin embargo, manifestó su descontento porque en la más reciente ocasión tuvo que soportar 27 horas de espera.
Denunció además que algunos funcionarios militares están exigiendo entre cinco y 10 dólares para “pasar los carros” sin hacer la fila.
Y la larga espera no sólo se está evidenciando en las estaciones de servicio que expenen combustible a precio subsidiado (Bs 5 mil el litro), sino también en aquellas a costo internacional (0,50 dólares).
“Las colas están horribles y ya no hay seguridad de echar gasolina. Algunas bombas ni siquiera abren en el día. Yo, gracias a Dios, pude surtir mi carro el lunes pasado en la estación de servicio frente a Plaza Mayor, donde cobran en dólares. Antes no tardaba ni tres horas, pero ahora te tienes que calar una espera de 12 horas porque la cola es extremadamente larga. Digamos que ahora hay filas tanto en las de bolívares como en las bombas que venden en dólares”, agregó.
Estrategias
Ciudadanos consultados expresaron que cuando van a hacer cola “de un día para otro” en las estaciones de servicio invitan a algún familiar o amigo para “pasar mejor” la noche.
“Una vez me puse de acuerdo con tres conocidos y nos pusimos a jugar dominó porque, si no, uno se aburre. Es demasiado tiempo el que hay que esperar”, comentó el ingeniero Carlos Martínez.
Otros de los entrevistados indicaron que también se turnan para ir a comer y renovar fuerzas.
“Uno hace la cola, mientras el otro va a la casa a buscar comida y así nos vamos rotando. Sólo así se puede aguantar la pela”, dijo el señor Jesús Ordóñez.
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez