Para las personas que se dedican a la venta informal, mantenerse en sus hogares en acato a la cuarentena no es una opción aceptable.
Rosario Mendoza, vendedora de helados caseros, manifestó que aunque el temor por contraer el Covid-19 en la calle existe, la necesidad de llevar el sustento a sus hijos es más fuerte.
"Todos los días me encomiendo a Dios para que me proteja del virus. Reconozco el peligro al que me expongo teniendo contacto con la gente, pero tengo que hacerlo para comprar los alimentos", refirió.
Sostuvo que la primera semana de la cuarentena empezó a trabajar en las cercanías de su casa, por sugerencia de familiares, pero dejó de hacerlo porque el ingreso de dinero no era el mismo y no le alcanzaba para comprar suficiente comida.
Diariamente, Aída de Álvarez sale de su casa en el sector El Espejo II de Barcelona y se dirige al mercado municipal de Puerto La Cruz para vender tostones de plátano sin importarle el riesgo al que se expone.
Madre de dos niños, Alvarez indicó que se alterna con su esposo para acudir al puesto de venta y mantener sus ingresos diarios.
"Toda la vida hemos trabajado por nuestra cuenta y nos ha ido bien, mejor que cuando yo dependía de un sueldo. Sabemos que mantenernos donde hay muchas personas es un riesgo para nosotros y para nuestros hijos, pero nos esforzamos por cumplir con las normas para evitar contagiarnos", expresó Joel Álvarez, esposo de Aída.
Más voces
Yulimar Osorio, quien vende condimentos, especias y detergentes, manifestó que permanecer rodeada de gran cantidad de personas, que podrían estar contagiadas, le genera cierto pánico, pero que dejar de trabajar en el centro de expendio porteño significaría "cerrar la fuente estable de sus ingresos en medio de la emergencia".
"Aquí llegan más compradores y si me voy para cualquier otro sitio o me instalo en casa, la entrada de dinero no va a ser la misma", subrayó.
Los vendedores consultados aseguraron estar conscientes del peligro que representa estar en contacto con numerosas personas, pero que procuran cumplir rigurosamente las medidas de higiene y de distanciamiento para cuidarse de posibles contagios.
Barcelona / Milena Pérez