La celebración del Día del Padre culminó en tragedia para unos vecinos que estaban reunidos en un estacionamiento, en la avenida 4, cruce con vereda 59, sector 3, de la urbanización Tronconal III en Barcelona.
Los ciudadanos conversaban y tomaban licor cuando llegó un individuo, a la 1:00 de la madrugada de este lunes 21, que efectuó varios tiros. Al hombre no le importó que unos niños se encontraran en el lugar.
Según relataron unos testigos, el homicida disparó como loco, a diestra y siniestra, contra personas y vehículos. Luego, corrió hasta la vía principal, donde lo esperaba un secuaz en una motocicleta. Ambos huyeron.
En la balacera perecieron Antonio José Marchán, de 33 años, y Julio César Reyes Medina, de 40. El primero recibió dos tiros en la cabeza y otro en el hombro izquierdo. El segundo cayó fulminado de un impacto de proyectil en el pecho.
En el mismo hecho salió herida Unyerlin Guzmán Vásquez (41), quien fue trasladada al hospital Universitario Luis Razetti, donde iban a operarla. Su estado es delicado.
En el lugar del suceso se apersonaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) que llevaron los cadáveres de Marchán y Reyes a la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf).
Detectives prosiguen con las averiguaciones para esclarecer el doble homicidio.
En el Senamecf, el ama de casa Clara Reyes y el electricista Rodolfo Reyes cumplieron con los requisitos para reclamar los restos de su hermano Julio César.
Los dos refirieron que parientes los llamaron por teléfono para darles la mala noticia. Dijeron que no conocían a Antonio Marchán, ni a Unyerlin Guzmán.
Aseguraron que Julio César no tenía enemistades. Él vendía víveres y estaba casado con la enfermera Katherine Cabeza, con quien tuvo una niña.
Los Reyes Medina pidieron justicia.
Clara y Rodolfo recordaron que ocho años atrás, por casualidad un 20 de junio, murió en un vuelco de vehículo otro de sus siete hermanos, el comerciante Alejandro Reyes (41), en la carretera de San Mateo.
Barcelona / Yraida Núñez