En el mercadito informal de pescados de Santa Fe, en la zona oeste del estado Sucre, vendedores del rubro, manifestaron que pese al tiempo que llevan en la actividad, están lejos de recibir una ayuda oficial para contar con instalaciones acordes con el expendio de especies marinas, y que se adapten a la vocación turística del poblado, que atrae a cientos de visitantes cada temporada vacacional.
Marlin Serrano, una de las vendedoras del rubro, señaló que requieren mejoras para dejar de ser informales y ambulantes. “Quisiéramos una ayuda del gobierno, para tener un mercado más amplio y en mejores condiciones, trabajamos con nuestros propios medios”.
Se lamentó que en tanto tiempo no los hayan tomado en cuenta para otorgarles créditos para que puedan crecer como emprendedores.
Franklin González, otro vendedor de pescado, señaló que necesitan atención. “Somos trabajadores informales, y no estamos organizados en un sitio”.
Dijo que hay necesidad de créditos para mejorar las condiciones y refirió que, recientemente, hubo la visita de un grupo de funcionarios a quienes se acercaron para plantear la situación, pero estos los ignoraron.
Insistió en que se necesita inversión en la zona y no hay donde pedir para levantar los negocios. “Deberían pararle porque es una zona muy turística y muy bella, pero lamentablemente está abandonada”.
La idea sería, especificó, que se acondicionara un sector, que no trabajaran divididos, “nosotros por las circunstancias nos aislamos de este lado, pero si organizan esto, cabemos todos en un solo sitio”.
Tampoco se niegan a pagar un arriendo a unos eventuales puestos nuevos, porque ya están en la actividad y que sólo desean atención como seres humanos y no como votantes.
Agregó que se trata de un pueblo con mucho potencial económico y si pusieran a trabajar a la gente y organizaran todo, los visitantes podrían hablar muy bien del pueblo e irían más.
González señaló que los funcionarios gubernamentales que visitan Santa Fe no se comunican con la población y no hablan con nadie. “No recorren la comunidad ni le preguntan a la gente, que es la que está sufriendo las necesidades en sí”.
Situación
Marlin Serrano reportó que las ventas de pescado están flojas, debido a la carencia de efectivo y que en la zona no hay bancos. Además, factores como el abastecimiento del combustible y la cantidad de la captura influyen en la fluctuación de precios.
Especies como la sardina se venden en 150 bolívares, mientras que otras como la cojinúa pequeña en Bs 200, la grande en Bs 450, el pargo Bs 800, la raya Bs 400, que son los más comunes.
González dijo que no tener un banco en la zona dificulta la situación para los comerciantes de pescado. Además, explicó que los precios están sujetos a la producción, “cuando hay en abundancia baja, pero cuando no llega mucho aumenta”.
Sin embargo, dijo, lo que priva es la situación económica, que calificó como muy mala. “Estamos dependiendo de las personas locales, de aquí mismo de la localidad que vienen a comprar”.
Especificó que la gente busca rendir su dinero comprando especies más accesibles como la sardina. “Dependemos del bono que el gobierno le da a las personas y medio se mueve la economía. Pero la situación es crítica”.
Sucre / Corresponsalía