Quien entra en Playa Grande, en la parroquia Bolívar del municipio Bermúdez del estado Sucre, se consigue con dos ríos: uno lo causa el derrame, casi perenne de aguas servidas; y el otro, de agua potable, es ocasionado por la rotura de la tubería madre que alimenta a esa zona.
José Luis Quijada, vecino de la calle principal, atribuyó las roturas a la mala manipulación del llaveo, que con el aumento de la presión del agua por las reparaciones en El Carupanero, terminan por ocasionar reventones en la tubería de 8 pulgadas.
Al menos tres grandes roturas estaban activas desde la esquina de la entrada de la calle dos hasta la calle cuatro, donde cruzan los vehículos que van hacia Hato Romar.
Lo cierto es que se trata de un problema general en la infraestructura que abastece de agua a Playa Grande, pues después de un tiempito de reparada la rotura, nuevamente se vuelve a reventar o aparece una avería en otro sector.
A lo largo de la calle principal hay una cantidad no determinada de pequeños derrames de agua potable, producto de filtraciones en la tubería, que pueden contabilizarse hasta la zona donde hacen el retorno los vehículos del transporte público.
La más grave, y que se había convertido en un volcán de agua, se encontraba frente al parquecito de Playa Grande, y causaba molestias, después de más de un mes botando líquido, sin ninguna acción de las autoridades.
Miguel Rivera, otro vecino, dijo que las roturas son comunes en la calle principal, “eso es porque el tubo no sirve, hay que cambiarlo completo. Cerca de la farmacia repararon porque había un bote feo, la cosa parecía una piscina cuando abrieron”.
Lo sorprendente, dijo, es que cuando repararon, ya existían al menos otras tres roturas, y la cuadrilla de la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) se fue y las dejó. Una de esas, actualmente es un volcán de agua en la calle.
Lo otro de lo cual se quejó es que ya la vía parece una pista para practicar piques fangueros, entre huecos y promontorios que hay a lo largo de la calle. “Se rompe el tubo, o hay problemas con la descarga de cloacas, pero el caso es que tienen años dejando los cráteres a la vista y Playa Grande está cada vez peor”.
El residente Juan Guilarte, habitante de La Rinconada, señaló que Playa Grande se encuentra lleno de problemas e incluyó en la cuenta los tubos reventados de la calle principal, retrasos en la recolección de basura, aceras dañadas, problemas con el alumbrado y la lista sigue.
La calle principal de Playa Grande es una zona que fue mutando hacia una vocación comercial, porque muchas familias montaron emprendimientos para contribuir con el sustento, y son los que están en las últimas tres cuadras, las que sufren el hedor y el aspecto deplorable de un río de aguas servidas por la cuneta.
Luis Rodríguez señaló que, en efecto, la alcaldía reparó un colector que estaba caído por la calle Las Mercedes, pero igual los habitantes y comerciantes de la calle Principal quedaron padeciendo, porque según les han explicado, la hidrológica, que administra la plata de impulsión, apaga la bomba porque hay roturas del tubo que va a la descarga en Campo Ajuro.
“La conclusión es que quedamos padeciendo y sin que haya una respuesta efectiva. Otra vez vienen y lo que piden es que aguantemos. Playa Grande da pena, calles rotas, tubos reventados y el saludo a quien entra es el río de aguas negras que corre desde la esquina de Luis Quijada”, dijo el vecino.
Bermúdez / Yumelys Díaz