Obras de vialidad y agua potable son las principales solicitudes que le hacen a las autoridades los habitantes de la comunidad de Caicara, en Barcelona.
Los vecinos aseguran que en los más de 30 años que tiene de fundada está localidad pesquera, sólo cuatro, de las más de 15 calles que existen allí, han sido intervenidas, y eso fue durante la gestión municipal del entonces alcalde Guillermo Martínez. Desde esa época solo han recibido relleno como paliativo.
"Recientemente la alcaldesa Sugey Herrera rehabilitó la vía desde la avenida Costanera hasta la entrada a la comunidad, se lo agradecemos mucho. Esperemos que ahora nos ayude a solucionar las necesidades internas, porque algunas calles se tornan intransitables cuando llueve", comentó Carolina González.
Los vecinos detallaron que entre las vías que requieren de más rápida atención se encuentran la San Félix, La Merluza, Zulianita, Nueva y una parte de la principal que da acceso a playa Pepe.
"También es importante que rehabiliten el puente que se encuentra en la entrada, porque la parte de abajo se ha agrietado con el paso de carros pesados que se han metido a la comunidad por equivocación", comentó Aura Rodríguez.
En cuanto al agua potable, Jesús Valladares manifestó que tienen más de 20 años en espera de la ejecución de un plan para que les llegue el servicio por tubería.
"Cuando formé parte del consejo comunal hicimos un proyecto para traer agua cruda desde el puente Gómez, que son seis kilómetros de distancia. Después veríamos cómo potabilizarla, pero todavía seguimos en espera. Cuando Guillermo Martínez inauguraron una planta desalinizadora para darnos solución, pero en realidad eso nunca funcionó", aseguró Valladares.
Ante este panorama, los vecinos se abastecen por medio de camiones cisternas. Algunos se planifican para comprar todo el contenido de la unidad, por el alto nivel de almacenamiento que tienen en las viviendas.
"Aquí en la comunidad viven tres cisterneros y nos dejan la cisterna más económica. Pagamos mínimo $25, dependiendo del tamaño, porque si buscas el carro en el llenadero de los bomberos, quieren cobrar más", mencionó Rodríguez.
Sin embargo, para Valladares está modalidad le resulta muy difícil, porque solo depende del ingreso de la pensión.
"Tengo que dejar de comer para guardar para el agua. Aquí tengo encima lo equivalente a $10, que saqué del bono de guerra, para ver si me recargan, porque a los cisterneros no les gusta echar de a poquito. Porque agua gratuita no nos traen", enfatizó Valladares.
Barcelona / Elisa Gómez