Jon Bon Jovi, el vocalista del grupo Bon Jovi, admite que «el ‘rock and roll’ ha quedado desierto» en los últimos tiempos, en una entrevista con EFE para presentar ‘Forever’, el disco conmemorativo de los 40 años de la banda estadounidense.
Pese a esta afirmación, el líder del grupo fundado en Nueva Jersey en 1983, que debutó con su álbum homónimo en 1984, mantiene la esperanza de que regrese su género favorito, el cual reivindica con espíritu optimista y decidido en su 16 trabajo de estudio, a la venta el 7 de junio.
John Francis Bongiovi jr., como se llama realmente, destila vitalidad en el sencillo ‘Legendary’, donde, a sus 62 años, canta sonriente acompañado de sus viejos amigos David Bryan y Tico Torres.
«Tengo lo que quiero porque tengo lo que necesito, tengo un puñado de amigos que me apoyan, estoy donde quiero estar», dice el roquero conocido antaño por su larga melena rubia, hoy más corta y blanca.
«Es totalmente el momento en el que estoy. Esto es suficiente para mí», dice a EFE en la sala de un hotel londinense. En la puerta, Torres, el batería de origen cubano, saluda amable en español.
«Creo que lo he logrado todo en cuanto a posición en las listas, el rugido de la multitud…, pero lo que realmente importa en la vida, cuando llegas a determinado lugar, es amar y ser amado. Y si tienes salud, has ganado el premio», declara.
Casado con su novia de siempre, Dorothea Hurley, y padre de cuatro hijos, el músico reconoce que sus enormes éxitos le facilitan sentirse satisfecho, pero incide en que, «cuando escribes letras desde la pureza del corazón, la gente se identifica y las hace suyas».
«Cuando pienso en ‘Livin’ on a Prayer’ (1986), Tommy y Gina (los protagonistas de la canción) podían ser cualquier chico y chica, era la clásica historia» de una pareja que se enfrenta unida a la vida, rememora.
Bon Jovi admite también que ‘Forever’ es el primer álbum jubiloso tras un decenio duro para él y para el grupo, primero por la marcha del guitarrista Richie Sambora en 2013, luego su operación de laringe y después la pandemia global de covid.
Según explica, ‘This House is Not for Sale’ (2016) fue un disco «de declaración de intenciones»: «Después de que Richie nos dejara, teníamos mucho que demostrar», manifiesta.
El impacto de la pandemia y la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la Policía estadounidense le inspiraron a componer el sobrio ‘2020’, un álbum, dice, de «comentario social».
A estas circunstancias se sumó una operación en 2022 para arreglarle una cuerda vocal atrofiada, cuya recuperación «está siendo más larga de lo que pensaba».
Aunque puede cantar, no sabe si será capaz de dar conciertos en directo. «Decidiré cuando esté seguro de poder hacerlo durante dos horas y media cuatro noches a la semana», declara a EFE.
Según dice, esto no es un revés insuperable: «Disfruto de actuar pero no vivo para ello. No soy uno de esos tipos que necesitan el aplauso del público para sentirse validados. Si no estoy sano y no lo disfruto, no vale la pena».
Reflexionando sobre la naturaleza del éxito, asegura que no se puede cuantificar, sino que es como cada uno lo vive. «En cada paso del camino piensas que es el gran momento, pero siempre hay otra montaña que escalar», afirma.
Londres / EFE