El suicidio del actor Lee Suk-kyun, que era investigado por supuesto consumo de drogas, sigue copando el foco en Corea del Sur.
Ante la celebración de las exequias y críticas hacia la presión ejercida sobre el intérprete, no solo por las autoridades, sino también en medios y redes sociales.
La capilla ardiente de Lee se instaló ayer en el Hospital de la Universidad Nacional de Seúl y recibió numerosas visitas de actores de cine y televisión o de artistas de la industria musical.
Ha Jung-woo, Sol Kyung-gu, Jung Woo-sung o Lee Jung-jae hicieron acto de presencia en una capilla ardiente que preside la viuda de Lee, la también actriz Jeon Hye-jin con quien tuvo dos hijos varones.
Lee, de 48 años y que ganó fama global por su papel en la oscarizada película «Parásitos», fue encontrado inconsciente en el interior de su automóvil el miércoles junto a una briqueta de carbón, un producto mortalmente tóxico si se quema en un espacio sin ventilación y que tristemente muchos surcoreanos usan para quitarse la vida.
Seúl / EFE