Desde hace unos ocho meses, las aguas servidas del sector La Rinconada de Macarapana, en Sucre, en vez de seguir su curso a través de las tuberías, descargan en un sector del río, cercano a la destilería, y causan molestias y potenciales peligros a la salud.
Amiluz Suárez, vecina de la zona, explicó que en efecto debieron romper boca de visita de las aguas servidas para que cayera al cauce del río Chuare, porque las tuberías están obstruidas por sedimentos y porque muchos habitantes de la zona conectaron sistemas de aguas de lluvias a las residuales, lo que colapsó las tuberías.
Suárez señaló que para poder descargar las tuberías de las casas del sector, que ya comenzaban a rebosar, debieron tomar la vía de la descarga al río. “En la tarde los hedores son insoportables”.
Dijo que hace como una semana inspeccionaron el sector cerca del estadio, pero no se comunicó nada.
Reconoció que el peligro mayor es por los pozos que pueden contaminarse debido a las descargas residuales.
Unas casas más adelante, la líder de calle del Consejo Comunal Asmerys Muñoz, ratificó que la situación lleva todo el año y no han mandado a nadie a verificar la descarga.
Aparte de los pozos que se pueden contaminar advirtió el peligro por la caída de las aguas servidas al río, con cuya agua se benefician muchas familias que no cuentan con el servicio en sus hogares.
Sólo en el sector de la calle La Victoria de La Rinconada se ven afectadas 22 familias, unas 200 personas.
Audilio Muñoz, dirigente vecinal de la parroquia Macarapana, advirtió que el problema no es estético, ni mucho menos de malos olores, sino todo un riesgo de salud pública, porque aguas abajo están los acuíferos que alimentan los pozos de la zona.
La parroquia es el destino obligado de cientos de personas que cargan botellones de agua sin tratar en tomas, para consumir en sus hogares.
La situación se ha acentuado con la crisis que se vive en el municipio con el abastecimiento de agua por el Carupanero, a la fecha prácticamente inoperante.
Bermúdez/ Cecilia Lárez
