Un Tras vencerse el plazo de cinco días estipulado para concretar una mesa de trabajo para obtener las reivindicaciones universitarias que estos reclaman, un grupo de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV), encabezados por la directiva de la Federación de Centros Universitarios (FCU) de esta alma mater, acudió la mañana de este lunes al despacho de la ministra de Educación Superior, Tibisay Lucena.
Con bandejas del comedor universitario en mano, y pancartas alusivas a las principales necesidades de los estudiantes, entre los que enumeraron becas miserables, falta de transporte estudiantil y la pobre dieta universitaria, los jóvenes se plantaron a las afueras de la cartera ministerial en el centro de la ciudad de Caracas.
Jesús Mendoza Morales, presidente de la FCU-UCV, rechazó enérgicamente que mientras en el país se roban $3.000 millones de dólares el comedor de la UCV esté cerrado y la beca sea de cinco dólares al mes. «¿Señora Lucena, qué hace usted con cinco dólares? Yo no creo que usted gane los $25 dólares que le depositan a los profesores universitarios», la increpó.
El dirigente estudiantil dijo que mientras la corrupción hace estragos en la administración pública, no hay recursos para la academia, y la siguen manteniendo condenada a sueldos y salarios de hambre. «$3.000 millones de dólares robados y usted no es capaz ni de garantizar la comida para los estudiantes que hoy comen un poco de pasta o arroz. Abren el comedor dos semanas y lo cierran seis meses», profundizó.
Mientras que Yonathan Carrillo, presidente adjunto de esta instancia estudiantil, subrayó que el PSUV, el chavismo y Nicolás Maduro, así como Tibisay Lucena, a quien tildaron de cómplice del presidente de la República; tienen un plan estratégico para acabar con la educación venezolana.
Carrillo dijo que hoy existen cientos de protestas a nivel nacional de educadores que no cuentan con un sueldo digno para subsistir. «Desde el PSUV no les pagan lo que merecen porque quieren acabar con la academia. No es casual que no tengamos becas, ni transporte, ni comedor», detalló Carrillo insistiendo en que persiguen «pulverizar» a la universidad venezolana.
En la misma protesta, Inyer Bellorín, secretario de Reivindicaciones de la FCU-UCV, refirió puntualmente la vulneración de la alimentación de la comunidad universitaria: «¿Acaso ellos comen estas comidas en sus despachos ministeriales? Por qué el futuro de Venezuela si tiene que someterse a esto?», se preguntó con una bandeja en mano con una naranja y una porción de pasta con carne molida.
Lara / El Impulso