La presidenta de la Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras) en Anzoátegui, Monique Lofredo, denunció que entre octubre de 2022 y febrero del presente año el sector empresarial y comercial ha sufrido un incremento de 300% en las tarifas del servicio eléctrico.
"La disminución de renta petrolera, la economía venezolana, que como sabemos es mucho más pequeña que en el pasado, está cargando sobre las pocas empresas formales que quedan en el país operando de forma rentable, costos elevadísimos que lo que hacen es inducir a que se vayan a la informalidad, y si se van a la informalidad, pues menos aún va a haber una base tributaria amplia para poder sostener al Estado", explicó.
La dirigente gremial aseguró que otros servicios como el de agua y aseo urbano también "han aumentado muchísimo".
Lofredo acotó que es necesario que en el país se le dé participación al sector privado en todos los espacios, incluyendo el de energía eléctrica.
"Fedecámaras ha planteado esto de manera insistente. Abrir a la participación privada un espacio como lo es la energía eléctrica, que es un servicio estratégico para la productividad del país, implicaría una inversión que en estos momentos sabemos que requiere la red eléctrica nacional, porque el deterioro que tiene difícilmente con una economía tan contraída, podrá ser financiado por los pagos de la economía y empresas que funcionan en Venezuela. ¿Por qué? Porque además hay una distribución de las tarifas que es abismalmente diferente entre lo que pagan los residenciales y lo que pagan las empresas. Lo que pagan las empresas es muchísimo más elevado", acotó.
Resaltó que además de los gastos en servicios básicos, el sector empresarial ha tenido que soportar la carga de tributos e impuestos establecidos en el territorio nacional.
"Hay que tomar en cuenta que hoy en día el gremio empresarial venezolano está fundamentalmente conformado por pequeñas y medianas empresas y son esas las que están soportando toda la carga tributaria, como impuesto tipo el IGTF (Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras), que si bien lo paga el consumidor, ha sido un impuesto que se notó que desde que se implementó. En ese trimestre hubo una desaceleración del crecimiento, porque justamente después de la implementación del IGTF, la subida que teníamos poco a poco, aunque temerosa, se detuvo. Y de hecho este enero hubo, alrededor de lo que dicen los grandes sectores, entre 20 y 30% menos de ventas que en enero del año 2022", concluyó.
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez