Cualquier persona que haya visitado Caicara de Maturín, tendrá algo que decir sobre “El Mono”. Esta pequeña ciudad monaguense es conocida por albergar una pintoresca festividad, que coincide con la celebración del Día de Los Inocentes.
Cada 28 de diciembre, habitantes de muchas zonas del país se trasladan hacia el oeste del estado oriental para disfrutar de esta costumbre milenaria con orígenes indígenas.
De acuerdo a lo reseñado por El Periódico de Monagas, el “Baile del Mono de Caicara” es una manifestación folclórica que deriva de ancestros Chaima, Paria y Kariña, quienes buscaban agradecer por sus abundantes cosechas.
El hecho de pintarse, como efectivamente todavía ocurre, tiene que ver con el valor de igualdad, pues en aquellos tiempos los involucrados se coloreaban la cara con onoto o humo.
“Uno de los caicareños se disfraza de mono, actúa como tal y todos los demás juegan con agua y pintura alrededor del monodromo”, contó Shasahy Lira, quien asiste a la jornada de la festividad.
La joven residenciada en Maturín destacó la presencia habitual de bandas y artistas musicales que se encargan de ambientar las danzas y animar a los presentes.
El “monódromo” es el lugar en el que se lleva a cabo la iniciativa y desde la víspera del Día de Los Inocentes, el sitio se llena de colores, disfraces típicos y mucha pintura.
Los que interrumpen la dinámica, en medio de la multitudinaria comparsa, se arriesgan a ser azotados por “El Mono” y “La Mayordoma”.
De acuerdo a lo estipulado y difundido por las redes sociales de la Fundación Mono de Caicara, la celebración de este año inició con el Amanecer Monero y en las primeras horas de la mañana, se llevaría a cabo el Recorrido de las Parrandas.
Específicamente para las 10:00 de la mañana se estipuló el inicio de las presentaciones en tarima de las 31 parrandas invitadas.
Cabe destacar que en esta oportunidad se estableció que las pinturas aceptadas para “El Mono” son el añil, onoto y tizne de paila. Ello en el contexto de que algunos pigmentos no son aptos y podrían comprometer la salud de las personas.
Caicara / Oriana García Rivas