Un llamado a los partidos políticos a reflexionar sobre lo que más conviene al país y, a dejar de lado, sus intereses particulares que resultan mezquinos ante las dificultades que enfrenta Venezuela y sus ciudadanos, hicieron las asociaciones civiles que suscriben este documento, promotoras de la unidad en las fuerzas democráticas, recibimos con mucha preocupación las informaciones sobre una posible decisión de la Asamblea Nacional de 2015, de acabar con la Presidencia Encargada, exponen en un comunicado.
Es incomprensible observar cómo algunos partidos políticos no interpretan el espíritu de unidad necesario para lograr el cambio que anhela la mayoría de los venezolanos. Las peleas intestinas, en esta situación de crisis absoluta, no tienen ningún sentido, expresan.
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Exigen a los dirigentes que eviten daños irreparables a la Plataforma Unitaria Democrática, al proceso de la Primaria y a los millones de compatriotas que han depositado en ellos la esperanza para producir un cambio.
Consideran que la solución constitucional es mantener la figura institucional de la Presidencia Encargada, así expresada, tácitamente, en el art. 233 de nuestra Constitución.
La Asamblea Nacional de 2015 no puede representar al Estado venezolano en el exterior, ni llevar las relaciones exteriores de la República. Nuestra Constitución no contempla un gobierno parlamentario. Esto no existe.
Aseguran que despreciar la figura institucional de la Presidencia Encargada, reconocida por más de 50 países, resulta inconcebible, además sería una decisión que favorecería al régimen usurpador, y destruiría la credibilidad de la Plataforma Democrática, además de allanar el camino a la continuidad de la usurpación de Maduro en el poder. Adicionalmente, pondría en peligro los juicios en el exterior sobre los cruciales activos venezolanos.
Advierten que existe la necesidad de fortalecer a los partidos políticos, como pilares de la democracia, y acciones de este tipo no ayudan a generar confianza y contribuyen a producir más desesperanza. La Presidencia encargada representa la legitimidad temporal frente a la muestra patente de que en Venezuela no hay una normalidad institucional.
En tal sentido, exhortan a quienes nos representan en la Asamblea Nacional del 2015 a tomar las decisiones correctas, que allanen el camino hacia unas elecciones libres que, a su vez, permitan el anhelado cambio que nos vuelva a la normalidad y hacia el progreso que supone el bienestar de la población que sufre los embates de todos los desaciertos en materia económica, social, educativa y cultural.
El cambio no admite demoras: es urgente y necesario para salvaguardar millones de vidas y asegurar un mejor porvenir para Venezuela.