La Iglesia católica cubana exhortó a los ciudadanos a participar en las consultas populares sobre el proyecto de Constitución que se aprobará próximamente, al tiempo que llamó a las autoridades a tener realmente en cuenta los aportes de las personas.
En mensaje pastoral, los obispos cubanos tomaron también posición sobre varios de los temas que más se están debatiendo en esas reuniones organizadas para tal fin en centros de trabajo, universidades y cada cuadra. Millones de ciudadanos están convocados a dar sus opiniones sobre los articulados de la nueva norma, la cual una vez reformulada será llevada a votación en febrero.
“Como pastores comprendemos, a partir de los procesos que ha vivido nuestra Nación, a quienes piensan que su opinión no cuenta”, expresó la carta de los prelados publicada en la página oficial de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC). “Sin embargo, queremos invitar a todos nuestros compatriotas a optar por una participación consciente y responsable. De igual forma solicitamos a las autoridades que guían el siguiente proceso que las opiniones y aportes recogidos sean tenidos en cuenta”.
Las asambleas de consulta se realizan en todo el país. Los ciudadanos analizan juntos todos los artículos de lo que será la Constitución renovada al tiempo que un secretario de actas toma nota de los aportes o sugerencias y las trasladará a la comisión redactora de la Carta Magna. El documento será llevado a la Asamblea del Poder Popular, el Parlamento, antes de ser sometido al sufragio.
La Iglesia católica cubana tomó partido sobre uno de los artículos más polémicos que eliminaría el señalamiento de que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer, poniendo que es posible entre dos personas y abriendo las puertas a las uniones homosexuales.
La jerarquía religiosa consideró “mal fundado y erróneo” el reconocimiento de estas bodas, al tiempo que lamentó que se limite la educación solo como pública, no se prohíba el aborto o se condene la pena de muerte, entre otras. Además demandó un reconocimiento de la diversidad de organizaciones políticas, dado que en la Carta Magna solo se reconoce al Partido Comunista.
Otros grupos religiosos, sobre todo evangélicos, también salieron activamente al cruce del proyecto de Constitución, sobre todo en lo referente al matrimonio homosexual, cuya máxima impulsora es la diputada Mariela Castro, hija del expresidente Raúl Castro y sobrina del difunto líder Fidel Castro.
La Habana / AP