Ante el alto costo del calzado en las zapaterías, reparar los usados se ha convertido en una opción.
Entre Bs 300 mil y 8 millones de bolívares puede costar arreglarlos con los zapateros que montan sus puestos en las calles del centro de Puerto La Cruz.
El costo más económico sólo cubre pegar y coser los modelos sencillos. En la tienda que monta desde hace 10 años Joel Zamora la cifra puede llegar a los 600 mil bolívares. Indicó que desde hace tres meses no se dedica a cambiar suelas porque el material está costoso.
“La mayoría de las personas no quiere dar lo que es. Tanto la suela como el hilo y la pega están muy caros”, aseguró.
En cambio en otros lugares, coser el calzado puede costar hasta un millón de bolívares.
“Todo depende del tipo. Lo mismo sucede con las suelas”, expresó el joven Frank Méndez.
En su lugar de trabajo hace las monturas entre Bs 5 millones y 8 millones de bolívares. Comentó que el monto se eleva por los materiales gruesos, como los que utilizan las botas de seguridad.
Mientras que el cambio de tapas puede variar entre Bs 400 mil y 700 mil bolívares.
Ante la escasez de efectivo, Méndez dijo que no le queda más opción que aceptar transferencia y pago móvil.
“Eso sí, espero que el dinero caiga en la cuenta para entregar el calzado. También le digo a los clientes que doy 15 días hábiles para que hagan el retiro, después de esa fecha no me hago responsable de lo reparado, porque eso es plata que uno necesita y se va devaluando”, expresó el joven desde su puesto en la avenida 5 de Julio.
Siempre hay demanda
Para el zapatero Luis Enrique Rincón Gómez, quien tiene 13 años ubicado diagonal al antiguo Tijerazo, la demanda se ha mantenido.
“Siempre hay gente que quiere renovar su calzado porque le sale más barato que comprarlo nuevo”.
Por la costura sencilla, Rincón cobra desde Bs 400 mil y si el cliente quiere que sea doble, pues duplica la cifra.
Mientras que el costo del cambio de suelas es similar al que cobran sus compañeros de oficio.
“Me ajusto a todas las formas de pago: punto o transferencia. Como sea me las ingenio para que el cliente quede satisfecho. No exijo efectivo como algunos, porque tengo moto o bicicleta para trasladarme, pero si hubiese más en la calle sería buenísimo, porque uno necesita para comprar comida más barata”, expresó.
Puerto La Cruz / Elisa Gómez