El Gobierno boliviano y representantes de los médicos del país alcanzaron hoy un preacuerdo sobre las demandas por las que ese sector está en huelga desde hace más de un mes, aunque la suspensión de la medida está sujeta al análisis que harán los movilizados en cada región durante esta jornada.
El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, leyó ante los medios el documento firmado con el presidente del Colegio Médico de Bolivia, Aníbal Cruz, tras más de trece horas de diálogo en la ciudad de Cochabamba (centro).
Uno de los puntos acordados es que el artículo del nuevo Código del Sistema Penal que los médicos rechazan, al considerar que criminaliza su labor con penas hasta de cárcel por mala praxis médica, "no se aplicará en tanto no se realice su análisis y revisión pertinente", ni se cuente con una nueva Ley General de Salud.
La aplicación del citado artículo también está sujeta a la puesta en marcha de un Instituto de Conciliación y Arbitraje, que funcionará como instancia "prejudicial".
Para cumplir con estas condiciones, las autoridades y los médicos se fijaron como plazo máximo junio de 2019.
El Ejecutivo también se comprometió a anular tres decretos, incluido el que creó una instancia de fiscalización de la labor médica rechazada por los galenos.
Las partes acordaron que el control del sector sanitario público y privado "deberá ser reorganizada, optimizada evitando la burocratización, fragmentación y duplicidad de entes fiscalizadores entre subsectores de salud", lo que se desarrollará en la ley para el sector que se prevé elaborar.
Cruz señaló que el preacuerdo será analizado en el transcurso del día en asambleas departamentales de los colegios profesionales, en las que se definirá si se firma "un documento definitivo" que permita levantar las medidas de presión.
Por su parte, el ministro Romero reconoció que hubo durante el diálogo "momentos de mucha tensión", pero agradeció el trabajo realizado junto a los dirigentes médicos para lograr el preacuerdo.
Durante las más de cinco semanas de conflicto, galenos y estudiantes de Medicina han organizado marchas, que en algunos casos acabaron en refriegas con la Policía, ingresaron en huelgas de hambre e hicieron bloqueos de caminos.
Las atenciones en el servicio público de sanidad y en algunos centros privados están suspendidas, exceptuando las emergencias.
El Gobierno ha defendido la redacción del fragmento del texto legal bajo el argumento de que es necesario sancionar la mala praxis médica, que en algunos casos ha dejado con secuelas graves a los pacientes.
En una rueda de prensa en La Paz, el presidente Evo Morales anunció que este jueves se reunirá con sindicatos de obreros y campesinos afines a su Gobierno para diseñar la convocatoria a un encuentro nacional para mejorar los sistemas sanitarios del país.
Según Morales, dentro del sector en conflicto hay "profundas diferencias", ya que "hay buenos médicos" pero también otros "que hacen mucha política y ocultan sus intereses políticos dentro del tema de salud".
"Para cualquier médico, si quiere hacer política, primero debería hacer política en salud", sostuvo el gobernante, para advertir de que habrá cambios en el sistema de salud aunque haya resistencia de "algunos conservadores".
"Algunos cambios son duros pero necesarios, todo pensando en el pueblo boliviano", sentenció.