Zorianny contiene sus lágrimas de rabia y decepción. "Es un golpe muy bajo", dice la joven tras denuncias de corrupción contra diputados aliados del líder opositor venezolano Juan Guaidó, quien vive horas difíciles.
"Tenía esperanza puesta en ellos (...). Es un golpe muy bajo, es duro, muy duro", dijo Zorianny García, ingeniera de 26 años que sufre los estragos de la peor crisis económica en la historia moderna del país petrolero.
Aunque no salpica directamente a Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, el escándalo explota cuando su ofensiva contra el gobernante Nicolás Maduro está debilitada.
Además, el próximo 5 de enero vence su período como jefe del Parlamento -único poder en manos de la oposición-, cargo desde el cual reclamó la presidencia interina el pasado 23 de enero.
Según el portal de investigación periodística Armando.info, nueve legisladores cabildearon ante autoridades de Colombia y Estados Unidos para librar de responsabilidad al empresario colombiano Carlos Lizcano en un caso de presuntos sobrecostos en la importación de alimentos para el gobierno de Maduro.
Sentimientos encontrados
Zorianny recibió la noticia con estupor. Votó por la oposición en las legislativas de 2015 y participó a principios de 2019 en multitudinarias protestas con las que Guaidó prometía sacar a Maduro del poder este mismo año.
"Nos falló él y nos fallaron todos", lamenta, viendo lejana la posibilidad de que Guaidó logre un cambio político tras once meses en los que no ha conseguido quebrar el crucial apoyo de los militares a Maduro.
La denuncia contra los parlamentarios se sumó a la de Humberto Calderón Berti, destituido por Guaidó como su embajador en Colombia, quien acusa a representantes del opositor de malversar fondos para atender a 148 militares que desertaron en febrero y se refugiaron en el país vecino.
Para Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, estos escándalos están provocando un "impacto dañino y severo" a Guaidó y al resto de la oposición, tradicionalmente dividida pero que se había cohesionado en torno a su figura.
León opina que Guaidó enfrenta un doble enemigo: Maduro, "beneficiario directo" de la crisis, y los "monstruos internos", rivales en la propia oposición que ya le criticaban la estrategia contra el gobierno socialista.
El politólogo Ricardo Sucre considera que esa dualidad de poderes, que se extiende a la justicia, está en el fondo del problema.
"Has creado una administración que no tiene controles", dice sobre el llamado gobierno interino, al que Estados Unidos entregó el control de Citgo -filial de la petrolera PDVSA en ese país- y cuentas estatales, en medio de su política de sanciones para asfixiar a Maduro.
Todos en un saco
Zorianny no está sola en su decepción. "Esperamos corrupción, prácticamente, de cualquier político", afirma resignado Moisés Rodríguez, profesor de inglés de 25 años.
La crisis estalló en momentos en los que Guaidó intentaba revitalizar las protestas contra Maduro, con convocatorias que han tenido pobre respuesta. Su popularidad ha caído de 63% a 42% desde enero, según Datanálisis.
Las fracturas opositoras, por lo pronto, amenazan acuerdos previos para la continuidad de Guaidó como jefe parlamentario.
"Si aquí no se le habla claro al país, yo no tengo compromiso con Juan Guaidó", expresó el acusado legislador Luis Parra, quien niega cualquier conducta ilegal.
A Zorianny la ronda el fantasma de la migración, que empujó a varios de sus amigos a sumarse a los 4,5 millones de venezolanos que, según la ONU, han huido de la crisis.
Pero para Emerson Pirela no todo está perdido. Aunque "defraudado", este trabajador de seguridad de 48 años tiene fe en que Guaidó reconduzca la situación.
Agencias / Caracas