Funcionarios federales de salud de Estados Unidos emitieron una advertencia nacional contra el uso de la marihuana por parte de adolescentes y mujeres embarazadas, en momentos en que cada vez más estados legalizan el cannabis para uso medicinal o recreativo.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, y el director de salud pública Jerome Adams hicieron el anuncio este jueves. Azar dijo que la marihuana es "una droga peligrosa".
Funcionarios dijeron que el presidente Donald Trump ha donado 100.000 dólares -un cuarto de su salario público- para patrocinar campañas digitales dirigidas a crear consciencia sobre los peligros. Trump ha donado su salario oficial desde que asumió la presidencia.
La advertencia ocurre a la vez que la marihuana se ha convertido en una industria de 10.000 millones de dólares en Estados Unidos, con casi dos tercios de estados legalizándola, principalmente para propósitos médicos. Un creciente número de estados y localidades también está permitiendo el uso personal y recreativo de la droga.
Contrarrestar la epidemia de los opioides es una alta prioridad para la Casa Blanca, pero la marihuana no ha recibido la misma atención de alto nivel.
Adams dijo que la ciencia demuestra que la marihuana es dañina para el desarrollo del cerebro en los adolescentes y los fetos humanos. La droga también se ha vuelto más fuerte: la concentración del ingrediente activo THC en las plantas cultivadas ha aumentado tres veces en los últimos 20 años.
"Esta no es la marihuana que fumaba tu mamá", dijo Adams.
Si bien muchos estados han cambiado sus leyes sobre marihuana, la ley federal todavía la trata como medicamento recetado, como los opioides.
Funcionarios federales dicen temer que el patrón hacia la legalización podría hacerla más apetecible para que los adolescentes prueben marihuana, droga de uso común entre jóvenes, según dijeron, fumada junto con alcohol y cigarrillos electrónicos. Fumar marihuana es ilegal para los adolescentes en todos los estados.
Washington / AP