“Señores estén pendientes de sus bolsos y carteras, guarden los teléfonos y oculten todo objeto de valor”. Esa es la recomendación que ahora dan los transportistas a los pasajeros que abordan las unidades, pues según comentan, los robos sin armamentos se han vuelto constantes dentro de los autobuses en medio de las aglomeraciones y a plena luz del día.
El señor Diego Ruiz manifestó que los llamados carteristas se aprovechan del bululú registrado en las unidades para hurtar las pertenencias de las personas, sacándoselas de bolsillos y bolsos sin que se den cuenta.
Relató que en dos ocasiones ha sido testigo de cómo actúan los individuos, incluyendo menores, que se hacen pasar por pasajeros y se bajan sin ser amonestados.
“Uno no se atreve a decir nada porque no sabe si esas personas traen armas de fuego o cuchillos con los que puedan agredir a alguien”, comentó.
Otros pasajeros se arman de valentía y confrontan a los atracadores, o al menos les hacen señas a las posibles víctimas para que estén pendientes.
“En más de una oportunidad les he dicho a personas que se guarden bien las cosas porque algunos les montan la mirada y en cualquier descuido los roban (…) El otro día yo venía en un autobús repleto y a un muchacho le estaban abriendo el cierre del bolso porque lo llevaba en la espalda. Cuando los sujetos se percataron de que los estábamos viendo se hicieron los locos y se bajaron en la siguiente parada”, explicó Alberto González.
El ciudadano expresó que ha notado más este tipo de robos en el sistema del Bus de Tránsito Rápido (BTR), debido a que la cantidad de gente y los empujones son mayores.
Un cobrador de este servicio, que prefirió no dar a conocer su nombre, aseveró que los atracos se ven en todas las rutas, pero que en los días recientes ha habido un repunte en la línea 1 (Intercomunal) y en las dos que utilizan la autopista Argimiro Gabaldón, mejor conocida como Vía Alterna, las San Diego y El Viñedo.
“Hoy, por ejemplo, le sacaron el teléfono a una señora de un bolsito que llevaba colgado de lado, ella iba en el segundo vagón y al parecer ya lo había sacado con anterioridad para hacer una llamada. Nos enteramos del robo porque la gente empezó a dar gritos para que llamaran a la policía. Pero ya era tarde, ningún pasajero vio a nadie sospechoso”, comentó el trabajador.
Debido a esto, quienes usan y prestan el servicio de transporte público instan a las autoridades a que se incremente la seguridad en las paradas y autopistas para atacar este problema y buscar soluciones urgentes.
Milena Pérez / Barcelona
