El teletrabajo, al menos en Estados Unidos, puede reducir hasta en un 58 % la huella de carbono frente a la de aquellos que asisten a la oficina, según un estudio basado en modelos Pnas.
El teletrabajo, al menos en Estados Unidos, puede reducir hasta en un 58 % la huella de carbono frente a la de aquellos que asisten a la oficina, según un estudio basado en modelos Pnas.