El Lille bajó a la tierra al Real Madrid, vigente monarca de la Liga de Campeones de La UEFA, y de paso fulminó el mejor registro sin perder de la carrera de Carlo Ancelotti, 36 partidos consecutivos, al tiempo que castigó el mal partido de un equipo que tiene un problema lejos del Santiago Bernabéu y que sólo mereció el empate en los últimos minutos cuando se topó con Chevalier.