El Derbi de Italia, clásico por excelencia del 'calcio', rompió todos los esquemas. Se quedó sin dueño, pero brindó un espectáculo que hacía años no se veía en Serie A de fútbol. Fue un ida y vuelta constante más propio de la Premier que del fútbol transalpino en los últimos años, un enfrentamiento de otra época que Inter de Milán y Juventus empataron 4-4, con ocho goles, se encargaron de volver a colocar en el mapa como uno de los partidos más potentes del momento.