Con el fallecimiento del profesor Enrique Planchart, rector de la Universidad Simón Bolívar (USB) y figura fundamental en la lucha que han tenido que enfrentar las autoridades de las universidades autónomas para mantener la institucionalidad, se profundiza una política de desgaste que abrió la puerta para que las designaciones de cargos vacantes sean hechas a dedo desde la Oficina de Planificación del Sector Universitario y el Ministerio de Educación Universitaria, sin respetar las competencias de cada Consejo Universitario, lo que ha debilitado la capacidad de acción dentro de las casas de estudio que acumulan casi diez años de retraso sin poder renovar los cargos de sus autoridades, reseñó el portal TalCual.