El papa Francisco cree que aún hay resistencias terribles a la aplicación del Concilio Vaticano II, y que el peligro en la Iglesia es el atraso, la reacción contra lo moderno, según dijo durante una conversación con los jesuitas en su reciente viaje a Hungría y cuya transcripción fue publicada en la revista de la Compañía de Jesús, Civiltà Católica.