El secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), José Bodas, informó que a raíz de las protestas que realizaron los empleados activos y retirados de la empresa Petróleos de Venezuela, S.A., (Pdvsa) durante los últimos meses, empezaron a cobrar una “bonificación navideña”; sin embargo, recordó que aún faltan muchas peticiones por ser respondidas.
Bodas especificó que a los jubilados les cancelaron 2 petros que se suman a los 4 que ya venían recibiendo desde hace unos meses, junto con los 45 dólares de la Tarjeta Electrónica de Alimentación (TEA). Por su parte, a los trabajadores activos les están cancelando el equivalente a 100 dólares en moneda nacional. Acotó que el pago que reciben normalmente los trabajadores es el de la TEA ($45), transporte ($15) y el salario base, que oscila entre $3 y $10 dependiendo de los años de servicio y su experiencia.
Bodas agregó que ninguna de las bonificaciones tiene incidencia en las prestaciones.
“Estos pagos se lograron gracias a las manifestaciones hechas por los empleados, trabajadores y sobrevivientes de Petrocedeño, Refinería de Puerto La Cruz, Petropiar y las demás industrias, pero el Gobierno quiso que se viera como si él hubiese tomado la iniciativa de una remuneración. El Gobierno y Pdvsa sabían que si no daban una respuesta la protesta iba a ser más grande”, aseguró.
El secretario de la Futpv afirmó que todavía quedan muchas solicitudes por responder a los petroleros, entre ellas la de restitución del Sistema Contributivo para la Protección de la Salud (Sicoprosa), discusión de la contratación colectiva, pago de pasivos laborales, asignación de viviendas, comedores en los sitios de trabajo, que los bonos otorgados tengan incidencia salarial y que los salarios sean iguales al costo de la canasta básica.
Aseveró que continuarán ejerciendo medidas de protesta hasta conseguir las respuestas que esperan, bajo la consigna de que “sólo la lucha cambia la vida de la clase trabajadora”. También seguirán pidiendo libertad para los trabajadores detenidos.
Barcelona / Milena Pérez