Contar con el servicio de agua potable es una verdadera rareza para los habitantes del sector Las Salinas de la isla de Margarita, municipio Marcano del estado Nueva Esparta, pues desde hace dos años el líquido no circula de manera regular por las tuberías.
"Aquí el problema principal es el agua, llevamos dos años así. No nos llega por los canales normales y para tenerla tenemos que gastar mucho dinero al comprarla. Realmente los costos son muy elevados y no podemos costear algo así", señaló Ana Mata, residente de la calle Figueroa de la mencionada zona.
"Las autoridades gubernamentales no nos ayudan, sino una vez cada cierto tiempo. En algunas ocasiones, nos mandan dos camiones cisternas y nos permiten llenar un máximo de dos recipientes por hogar, Con esa cantidad no se puede mantener limpia una casa ni realizar otras labores cotidianas".
Una realidad
Mata, quien dijo que la gente encontró un paliativo a la situación gracias a donaciones de recurso hídrico por parte de habitantes de otras barriadas, indicó que los cisternas llegan cada 40 días, algo que generó molestia en la población.
Wilfredo Villarroel, trabajador del núcleo Nueva Esparta de la Universidad de Oriente (UDO), también se quejó por la sequía. Afirmó que eso afecta a todo el municipio Marcano desde hace más de un lustro.
"En las áreas más lejanas del centro de Juangriego, la necesidad que tienen los individuos de agua se presenta desde hace mucho tiempo. A eso también se le suma el problema de la contaminación, porque hay mucha basura en las calles. Yo pienso que el problema se presentó desde que desviaron el líquido, para la construcción de la urbanización Alberto Lovera", explicó Villarroel. "Había menos carencias, cuando el agua bajaba por aquí porque había una distribución más uniforme, ahora simplemente no es así".
Villarroel recordó que la falta de atención por parte de los funcionarios de la empresa Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) "mermó la calidad de vida de los ciudadanos de la calle Salinas" porque "el agua es un recurso fundamental para realizar cualquier actividad económicas y doméstica".
El mismo calvario
Eleidis Núñez, de la calle Miranda de Valparaíso, padece las mismas carencias que Figueroa y Mata. Relata que cada mes y medio se ve forzada a salir con su familia a "cargar agua", para poder efectuar sus labores diarias.
"Aquí tardamos hasta un mes y medio sin recibir agua y la ponen sólo cuatro o cinco días. Eso es muy incómodo. Aquí, al igual que en otras zonas, la gente vive en muy mal estado. Sin agua no tenemos vida", comentó Núñez, quien criticó la desidia gubernamental para atender sus requerimientos.
"Ni el Consejo Comunal (CC) ni la gente que trabaja en la alcaldía de Marcano nos prestan atención. De verdad, exigimos respuestas porque tenemos necesidades que deben ser atendidas".
Porlamar / Joseph Ñambre