Combatientes sirios con apoyo estadounidense dijeron estar combatiendo este martes contra el grupo extremista Estado Islámico en el este de Siria, 10 días después de declarar su victoria sobre el grupo armado.
Las Fuerzas Democráticas Sirias, de liderazgo kurdo, habían atacado a grupos de milicianos que se habían escondido en cuevas en el poblado de Baguz y alrededores, indicó Mustafa Bali, portavoz de las FDS.
Añadió que expertos de las FDS siguen removiendo minas y bombas en zonas liberadas.
Las fuerzas sirias declararon la victoria militar sobre el Estado Islámico el 23 de marzo tras liberar lo que describieron como el último territorio controlado por los extremistas. Ello marcó el final del autoproclamado “califato” que el grupo dijo haber establecido en partes de Irak y Siria en el 2014.
Después de casi cinco años de guerra, quedó una estela de destrucción en ambos países y un último reducto de los radicales en Baguz, una diminuta aldea cerca de la frontera con Irak donde los milicianos libraron su última lucha tras un asedio de semanas.
La coalición liderada por Estados Unidos realizó varios ataques aéreos contra el Estado Islámico, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña. Se creía que en las cuevas en la margen oriental del río Éufrates había escondidos comandantes importantes del Estado Islámico y prisioneros de los extremistas, indicó el grupo.
El Observatorio, que monitorea la guerra en Siria desde Gran Bretaña, dijo que decenas de combatientes del Estado Islámico que se niegan a rendirse siguen en la zona.
En las últimas semanas, miles de civiles, combatientes del Estado Islámico y sus familias han sido evacuadas de Baguz. Muchos han sido llevados a al-Hol, un campamento para desplazados en el noreste de Siria donde hoy en día viven 70.000 personas.
Un grupo humanitario dijo que 31 personas murieron en la última semana de marzo, entre la ola de refugiados que salían de Baguz rumbo al campamento.
El Comité Internacional de Rescate sostuvo que la alta cifra de muertes refleja las duras condiciones soportadas por los refugiados, en la mayoría mujeres y niños. Añadió que en total 217 personas murieron saliendo de Baguz en las últimas semanas de combates. La mayoría eran niños pequeños que sufrían de desnutrición.
Beirut / AP